En la edición impresa del diario Crítica de hoy, se publicó una entrevista hecha a Alfredo De Angeli, donde el productor confirma que el malestar entre la gente del agro sigue, porque ahora están "peor que el 10 de marzo" y comunica la intención de volver a la Asamblea y si es necesario, manifestarse nuevamente a través de los cortes de ruta (que ya empezaron en algunas localidades del país)
Aparentemente la derogación de la discutidísima Resolución 125 de este año no fue suficiente, y ahora van por más.
Algo que se veía venir, teniendo en cuenta que "ganaron" la pulseada con el Gobierno, cuando en el Congreso se votó en contra de la aprobación del proyecto enviado por el Poder Ejecutivo.
Lo que nos tenemos que plantear, como ciudadanos es: ¿Cuál es el límite? ¿Hasta donde puede pedir un empresario como garantía del éxito de su actividad?
Alejandro Bercovich, en una editorial, también de la edición hoy del Crítica, en referencia a la interna en la UIA se refiere a Argentina como "...un país donde los empresarios rara vez apuestan si no juegan con dados cargados..."
Y yo me pregunto, hasta cuando los argentinos vamos a seguir subvencionando las actividades productivas de los grandes empresarios que sólo quieren embolsar más dinero? Hasta cuándo los argentinos permitiremos la prepotencia, de un grupo como el sector del campo que ahora reclama...no sabemos qué reclama ahora, mientras hay sectores de la sociedad claramente postergados, con sus necesidades básicas insatisfechas?
Creo que es momento de restablacer y ordenar las prioridades nacionales.
Y los cortes de ruta del campo tienen que tener nuestro repudio: su momento ya pasó, consiguieron lo que querían (en desmedro de otro sector, como siempre sucede) y ahora es momento de enfocarnos en los otros temas pendientes de lo que tiene que ser la agenda de este gobierno.
