Cuando el proyecto de las retenciones obtuvo media sanción, la gente del oficialismo festejó como si hubiese ganado una partida de truco.
¿Era necesaria esa celebración? ¿Tenemos que ser un país tan inmaduro?
Ahora, el sector reclamante del campo volvió a las rutas y llamó a una nueva marcha para el martes.
Y desde el PJ no tardaron en salir a convocar la propia.
Esto, más que una pulseada política, es una pulseada en el banco de un colegio primario tratando de averiguar quién es más fuerte. Y seguramente quien pierda, va a llorar.
La diferencia es que no habrá señorita con guardapolvo blanco que venga a consolar a nadie.
viernes, 11 de julio de 2008
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